"Los peligros del camino son nada más y nada menos que los mismos peligros de la vida. Sólo el hecho de estar vivos nos abre el peligro, y vivir plenamente implica estar abierto al riesgo.
No arriesgarse puede tal vez disminuir los peligros, pero no correr riesgos tiene el peligro de volverse un hábito, y el hábito tiene el peligro de volverse un vicio: el vicio de la comodidad de la rutina que es tratar de evadirse de la vida... y ¿no será que el vicio de evadirnos de la vida nos mate?"
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